martes, 5 de julio de 2011

El intento (o no) de comunicar la realidad

La comunicación es un proceso que siempre estuvo y siempre estará, variando según el contexto; según la sociedad y el momento en el que se da, es de una forma u otra. El lenguaje es social porque se comparte entre toda una sociedad, pero también individual, ya que tiene mucho que ver lo personal e inconciente de cada persona.

Es así como el papel de los medios, que son una forma de comunicación, aparece como muy importante y tiene distintas variantes. Los medios dicen expresar la realidad, sin embargo lo que hacen es crear otra realidad paralela llamada realidad mediática, la cual genera nuevos sucesos y se va generando a sí misma, siendo su propio contenido. También los medios pueden crear realidad: una conferencia de prensa, por ejemplo, es impulsada por los medios de comunicación, y más allá de que en el momento de la difusión se esté transmitiendo nuevamente la realidad mediática, la conferencia de prensa en sí es realidad a priori.

La televisión fue cambiando según el paso de los años y en los tiempos de hoy, después de la década de los 90’, podemos decir que está “tinellizada”. El humor es básico y basado en la burla, existen también muchos programas de juegos, telenovelas y reality shows, pero no hay mucho más allá de eso. Los programas culturales y programas que tienen como objetivo el bien social quedaron totalmente al costado: hoy día el objetivo de la televisión es lucrar, se utilizan las noticias como mercancía, para aumentar el rating, y es por esto que brindan a la sociedad aquello que la sociedad aclama, aunque no sea fructífero. Es así como utilizan distintas herramientas que hacen que las noticias, y por ende los programas, sean más vistos. Es un ejemplo de estas herramientas el infoentretenimiento y la casuística.

Sin embargo existen medios gráficos, por ejemplo, que sí tienen como objetivo el bien social. Obviamente no son consumidos de manera masiva ya que lo que se consume de esa forma es lo que tiene objetivos económicos, pero tiene circulación y se ocupa de temas de conciencia social.

La televisión sufrió los cambios ya enunciados, la comunicación como concepto también. Primero se entendía a la comunicación como lineal, pero con el tiempo se entiende como un ida y vuelta: un emisor, un mensaje y un receptor, que luego también puede ser emisor de otro mensaje y que el antes emisor pase a ser receptor. Esto se evidencia cuando los medios consideran a quien está siendo receptor de la noticia, entienden que puedan ser personas distintas, con pensamientos diferentes y por eso adecúan el mensaje para que pueda ser entendido y aceptado por los distintos grupos de personas.

Es importante destacar que la objetividad en los medios y en la comunicación en general es imposible y utópica, ya que siempre lo que se transmite está enfocado desde algún punto de vista, ya sea desde una cámara o a través del relato de alguien. Es por esto que aunque haya intenciones de objetividad, nunca va a lograrse en una totalidad. Sin embargo, el problema aparece en el exceso de subjetividad que tienen muchos medios y que la causa de esa subjetividad sea defender sus propios intereses.

En síntesis podemos decir que en la comunicación y el periodismo queda mucho por hacer. El objetivo de la mayoría se desvío a lucrar en vez de pretender un bien social, lo que se lograría incitando a la participación política, al debate, al compromiso social, etc. Gran mayoría de las personas perdieron confianza en los medios, lo que sería interesante recomponer porque la comunicación y el periodismo son una herramienta que, si se utiliza bien, pueden mejorar en grandes aspectos la calidad de vida.